Opinión : Aceptable.
En realidad, eso es lo que más interesa y lo que más atrapa de la novela, mucho más que la trama policíaca en sí: ese trasfondo de política ficción, en que un mismo espacio es compartido entre dos entidades políticas, con una omnipresente e omnipotente entidad (la Brecha) encargada de controlar que nadie cruce, ni siquiera con la mirada o el pensamiento, de un lado de la frontera al otro. Ese mundo irreal, pero que habla a las claras de muchos otros lugares perfectamente reales (Jerusalén, Belfast, Berlín...) es sin duda el personaje más interesante del libro. Parece ser que China Miéville escribió esta novela como un regalo para su madre, amante de las novelas policíacas, cuando ella estaba enferma en fase terminal, ya que el resto de su obra es más propiamente fantástica.
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