viernes, 8 de noviembre de 2013

EL HÉROE DISCRETO, MARIO VARGAS LLOSA.

Opinión : Muy Recomendable.

         Los héroes siempre han tenido, en nuestra sociedad, esa imagen de fantasía que la mitología, fuera cual fuera, nos ha enseñado a lo largo del tiempo. Pero olvidamos, en muchas ocasiones, que los héroes pueden serlo todas aquellas personas anónimas que, un buen día, tienen en su vida una situación extraordinaria que les hace cambiar radicalmente su existencia. Y no por ello son héroes menores, o semidioses, por seguir con la analogía de los aspectos mitológicos. Hoy en día, las actitudes heroicas son aquellas que se encuentran a pie de calle, una vez que la puerta se ha cerrado, o incluso cuando las puertas están abiertas de par en par y el hilo de la vida nos pide un freno para prestar atención. El héroe discreto es aquel que puede llevar la misma vida tú o que yo, pero que por azares del destino, un escritor decidió poner en palabras, creando una novela. Porque en el fondo, cuando uno se convierte en un héroe a ojos de los demás, se habrá convertido en alguien diferente para el resto de su vida. Dos hombres. Felícito Yanaqué que se siente amenazado por una banda que le hace chantaje. Ismael Carrera, que urde un plan de venganza contra sus infames hijos. Dos hombres anónimos, que se convertirán en conocidos para todos nosotros. Y un lazo, un lazo que les une a los dos sin que ellos hayan podido evitarlo. Dos héroes anónimos que buscan una solución a este embrollo que es la vida misma. Si hay algo que tuviera que destacar de el héroe discreto es su capacidad para evocar un mundo que nos parece real, que nos podemos encontrar día tras día en nuestra vida, pero que a la vez parece irreal, evocando en situaciones, en descripciones, en paisajes, una especie de magia que pocas veces se ven en la literatura. Y no, no estoy hablando de ciencia ficción, sino de ese realismo mágico del que ya hicieran gala algunos otros autores, y que hoy encontramos en esta novela.

martes, 5 de noviembre de 2013

HA VUELTO, TIMUR VERMES.

Opinión : Recomendable.

          Con gran sentido del humor las referencias a la emblemática película El gran dictador de Charles Chaplin son continuas a lo largo de toda la trama, vitales en la novela porque sirven para que el lector sea consciente de que con esta historia no va a reírse de Adolf Hitler, sino con él, tal y como se promete en la sinopsis promocional del libro. Asunto sin duda complicado porque no solemos pensar en Hitler como persona, sino como emblema que desde hace sesenta y ocho años representa el mal absoluto: esa distopía de dictadura, pensamiento único, genocidio y sufrimiento de la que nos libramos los europeos tras la victoria aliada en la II Guerra Mundial. Aunque también contemplamos a don Adolfo como a un increíble seductor de masas, pleno de verborrea y gestos ridículos. Por todo eso, convertir a este fantoche histriónico y sanguinario en una persona real, que se mueva con soltura por nuestro mundo, tiene un mérito literario indudable. Y lo mejor es que no desentona, sino todo lo contrario: tras despertar, emprende de nuevo y sin problemas un carrera de éxito social meteórica. Lo cual nos hará reflexionar bastante.

          Recordaremos que en nuestro país se publicó una novela de planteamiento parecido. Me refiero a la historia-ficción escrita por Fernando Vizcaíno Casas en 1978 titulada Y al tercer año resucitó, que alcanzó la friolera de 42 ediciones. Lo cual nos lleva a efectuar las oportunas comparaciones. No desde la estética, dado que este Ha vuelto ha sido elaborado con más recursos, técnica literaria bien desarrollada, mayor rigor histórico y mucha más inteligencia que el otro libro mencionado, sino porque en ambas obras, una de ideología franquista sin disimulos y esta en concreto, que no manifiesta especial querencia hacia el nazismo, se incluyen sin dudarlo sendas visiones ácidas y ridículas hacia nuestro sistema democrático o de partidos.