Opinión : Recomendable.
Pan, educación y
libertad convierte un caso de asesinato en toda una declaración de
intenciones de lo que un autor puede decir, sin pretender arengar a las masas,
con una visión que resume muy bien lo que es real. Ni siquiera los crímenes se
salvan de la crisis, pero no sólo económica, sino también de valores. Porque,
¿qué nos queda cuando lo que tenemos entre manos no es otra cosa que una
mentira que ya ha durado demasiado? Pues una de dos: o explotar o quedarnos
como estábamos. Y lo segundo ya es agua pasada. Kostas Jaritos se enfrente a un nuevo crimen. Y todo iría a las mil
maravillas si Grecia no se encontrara en plena vuelta del dracma mientras
Europa se cae a pedazos. Así que, junto con la crisis que hace que en su
familia tengan que apretarse el cinturón, deberá encontrar a alguien que está
asesinando a antiguos protagonistas de una de las revueltas más sangrientas que
vivió el país en su historia. ¿Un caso de
asesinato teñido por la crisis? ¿Era necesario? Yo empecé mi visión de esta
lectura con esas preguntas en la cabeza. Me extrañaba la unión de estos dos
elementos. Puede que no
haya demasiados elementos de acción, que no haya crímenes de dimensiones
épicas, pero precisamente en eso radica la importancia de esta novela: en captar
en esos pequeños detalles lo que significa realmente esta novela que nos lleva
de la mano por Grecia y por todo aquello a lo que alguien, X nos empujaron como si nos lanzaran como un
precipicio.
Los lectores que vivimos a través de Pan,
educación, libertad, nos convertimos en los protagonistas de eso que
tanto amamos los lectores, el momento de después. Petros Márkaris no
es sólo un autor de novela policíaca sino un autor de lo más real.
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